Las tareas más habituales que se realizan en un mantenimiento preventivo del automóvil, son:
Cambio de filtros y de aceite: dependiendo de cada marca, el cambio debe realizarse entre los 5.000 km y los 10.000 km dependiendo del recorrido del vehículo. Si nuestro coche no llega a recorrer estos kilómetros, el cambio de filtros y aceite debe realizarse, de igual manera, una vez al año.
Frenos: las pastillas y los discos de freno se desgastan con el uso. Es muy importante estar atentos a su estado para garantizar nuestra seguridad en el coche.
Neumáticos: hay que revisar de manera periódica tanto la presión del aire como su desgaste.
Amortiguadores: garantizan una buena suspensión del vehículo.
Luces: garantizan la buena visibilidad del conductor y que los demás vehículos nos detecten y sepan qué movimientos vamos a realizar. Debemos chequear que funcionan correctamente y cambiar las bombillas fundidas.
Airbags: nunca debemos olvidarnos de la revisión que recomienda cada fabricante. De su correcto funcionamiento pueden depender millones de vidas.